Triduo en honor a las Benditas Ánimas del Purgatorio.



El Triduo tendrá lugar D.m durante los días 31 de Octubre, 1 y 2 de Noviembre en la Parroquia Matriz de San Juan, dando comienzo a las 19,30 horas con el rezo del santo rosario, oración por las Ánimas y santa misa, concluyendo con exposición mayor de Su Divina Majestad.

Con esta celebración, la parroquia quiere sumarse a la invitación que hace la Iglesia Católica, que, en especial en estos días, anima a rezar por los difuntos, pues los fieles difuntos son asimismo miembros del Cuerpo Místico de Cristo y forman parte de la Iglesia, constituyendo la Iglesia Purgante.


Por ello se explica que las almas del Purgatorio pasaron ya por el mundo, pero todavía no gozan de Dios, por ello, la Iglesia insta a ayudar a las almas del Purgatorio, que se están purificando y desean ardientemente ir al Cielo, para estar eternamente con Dios.
De esta manera, esta ayuda puede hacerse a través de los siguientes auxilios. La mejor manera es ofrecer como sufragio la santa misa, es decir, los méritos infinitos del mismo Jesucristo. Rezar al Señor para que, por intercesión de la Virgen, vayan cuanto antes al Cielo, ya que la Virgen es Madre también de los que están en el Purgatorio, y hemos de pedirle por nuestros familiares, amigos, y por aquellas almas por las que nadie reza.
Además, ofrecer en su favor nuestras buenas obras como nuestro trabajo, alguna limosna, pequeñas mortificaciones. Dios lo acepta en beneficio de las almas del Purgatorio. "La Iglesia nos anima dedicándoles el mes de noviembre".
La oración por las Almas del Purgatorio es una de las más bellas prácticas de la piedad católica. De este modo con nuestros humildes sacrificios y oraciones, podemos ayudar a un gran número de almas en su camino hacia la Patria Eterna.

El Grupo Parroquial de la Sacramental de San Juan ha montado para esta ocasión un altar en la Altar Mayor de la Iglesia, presidido por la imagen del Cristo de los Peligros, presentado con peluca de pelo natural y faldellín de terciopelo negro bordado donde destaca el emblema de San Juan. Como novedad, con respecto al constituido el pasado año, presenta la particularidad del paño de tinieblas.
El crucificado es una obra de bastante calidad que responde a la producción artística propia de la escuela sevillana en el segundo tercio del siglo XVI. La estilizada figura, de somera anatomía y la expresión dolorosa, barbas y perfiles afilados son rasgos muy comunes en la escultura de ese momento.

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