"Solo viendo la necesidad del hermano nace la Navidad"







Celebramos la Navidad. Seguramente haremos gastos extraordinarios para la familia. Aunque estemos en crisis compraremos alcohol, dulces, jamón... Gastaremos algo más que de costumbre. Tenemos que celebrar que Dios se hace humano, claro.

Y... sin embargo, seguirá habiendo problemas en el mundo, y problemas en nuestra ciudad. Seguirán las familias en paro, seguirán sin poder llegar al final de mes, seguirán viviendo en la angustia... Tenemos bastante con nuestros propios problemas ¿Es qué podemos hacer algo?

El Dios de la historia nos mirará las manos cuando venga. ¿Qué has hecho de esa herramienta que yo te he dado? Cierto que no podemos crear la flor, pero podemos cultivarla para que el mundo se a bello. No podemos hacer el trigo, pero si podemos sembrarlo para que se multipliquen los panes. No podemos quitar del todo el dolor, pero podemos conseguir mejores medicinas que aplicar samaritanamente a los que sufren.

Nuestras manos, si se unen y entregan pueden hacer cambiar la historia, pueden adelantar la primavera, pueden construir una ciudad nueva. Nuestras manos unidas pueden curar heridas, levantar caídos, construir puentes, coser desgarros, apagar incendios, repartir caricias, prestar innumerables servicios.
 Nuestras manos son los mejores medios que tenemos para hacer posible la esperanza. 

Celebra la Navidad con tus manos. Ofrece tus manos a Dios y  a los hermanos. Que cada vez que el Señor venga te encuentre tus manos sembrando.

Y cuando el Señor te mire las manos, que las vea siempre abiertas, limpias, generosas, solidarias, dispuestas a unirse a otras manos.

Comparte parte de lo que eres y lo que tienes en esta Navidad, para que otros pueden tener y ser. Haz posible la solidaridad;  haz posible que nadie de tu entorno sea excluido de la vida y de la dignidad que nos trajo Jesús.


 "CELEBRAR LA NAVIDAD ES CRECER EN SOLIDARIDAD"

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